El linfoma es un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático, parte esencial del sistema inmunitario. Se clasifica principalmente en Linfoma de Hodgkin y Linfomas no Hodgkin (LNH), que incluyen múltiples subtipos con distinta biología y pronóstico. Según datos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud, los linfomas constituyen uno de los cánceres hematológicos más frecuentes a nivel global, con una incidencia en aumento en varios países, incluida la Argentina.

Los síntomas más habituales incluyen el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, fiebre persistente, sudoraciones nocturnas, pérdida de peso y fatiga. Sin embargo, en muchos casos el diagnóstico se realiza de manera incidental. Para confirmarlo se requieren estudios de imágenes (TC, PET/TC), análisis de laboratorio y, fundamentalmente, la biopsia del ganglio o tejido afectado.

Radioterapia en linfoma: una herramienta clave

La radioterapia ocupa un lugar central en el abordaje de los linfomas y su indicación depende del subtipo, el estadio y los objetivos del tratamiento. Puede utilizarse como:

  • Tratamiento principal en estadios iniciales de ciertos linfomas indolentes.
  • Consolidación después de la quimioterapia, con el objetivo de reducir la probabilidad de recaída en la zona tratada.
  • Terapia paliativa, para controlar síntomas como dolor, compresión de órganos o dificultad respiratoria, mejorando la calidad de vida del paciente.

En la actualidad, las técnicas avanzadas como Radioterapia de Intensidad Modulada (IMRT/VMAT) y Radioterapia Guiada por Imágenes (IGRT) permiten administrar dosis altamente precisas en los sitios comprometidos, protegiendo al mismo tiempo los órganos sanos cercanos y reduciendo los efectos adversos. En situaciones específicas, también se puede recurrir a esquemas de radiocirugía o radioterapia estereotáxica (SBRT) para lesiones localizadas.

Un abordaje multidisciplinario

El tratamiento del linfoma requiere siempre una mirada integral que involucra a hematólogos, oncólogos clínicos, radioterapeutas, físicos médicos, técnicos en radioterapia y especialistas en diagnóstico por imágenes. A este equipo se suman profesionales de apoyo en nutrición, psicología y cuidados integrales, importante para acompañar al paciente durante el proceso terapéutico.

En Mevaterapia contamos con un equipo profesional de excelencia y tecnología de avanzada que permite diseñar planes personalizados, con la seguridad y precisión necesarias para cada paciente. Nuestra experiencia se combina con un modelo de mejora continua que garantiza altos estándares de calidad en cada tratamiento.

Reafirmamos nuestro compromiso con la atención oncológica de calidad, ofreciendo a cada paciente un tratamiento radiante adaptado a su situación clínica y acompañado por un equipo humano que prioriza la calidez y la excelencia médica.