Hay preguntas que no siempre nos hacemos, y que, sin embargo, si lo hiciéramos, nuestra vida cambiaría totalmente.

Por ejemplo: ¿Cómo nos vinculamos con la comida? ¿Qué rol tiene en nuestras vidas? ¿Qué valor queremos que tenga?

Es habitual preocuparse por si estamos o no con kilitos de más. Pocas veces tomamos dimensión de lo importante que es una buena alimentación para nuestras vidas, para el cuidado de nuestro organismo y su correcto funcionamiento, y el importante rol que cumple en nuestro bienestar emocional.

Qué, cómo, cuándo y con quién comemos, es una dimensión muy importante en la construcción de una vida saludable. Queremos invitarlos a conocer más y a reflexionar acerca de los hábitos que deberíamos incorporar para mejorar su calidad de vida.

Para hacerlo, compartimos recomendaciones de la Lic. en Nutrición Patricia Souza, quien, de modo didáctico y comprensible, nos acerca información útil para nuestra vida cotidiana, a la que no siempre le prestamos la atención que se merece.

¿Qué es la alimentación saludable?

Es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía necesaria para que cada persona pueda llevar adelante las actividades diarias y mantenerse sana.

¿Por qué es importante?

Nos previene de enfermedades crónicas no transmisibles como la Diabetes, Enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, enfermedad renal, respiratorias, entre otras.

¿Cuál es la guía alimentaria recomendada?

Recomendaciones:

  • Consumir 5 porciones de frutas y verduras.
    1 porción equivale a: ½ plato de verduras o 1 fruta mediana o 1 taza. Si son crudas y frescas ¡mejor!
  • Consumir legumbres y cereales preferentemente integrales
  • Cuanta más fibra mejor.

Más fibra: arroz integral, cebada, centeno,, trigo sarraceno, choclo, quinoa, amaranto, mijo, avena arrollada, trigo partido/burgol, salvado de avena, salvado de trigo.

Baja a nula cantidad de fibra: harina blanca, panes, pasta y galletitas a base de harina común, pan de hamburguesa, pan blanco, pionono.

  • Consumir diariamente leche, yogur o quesos, preferentemente descremados: Incluir 3 porciones al día.
  • Carnes. Al consumir carne, quitarle la grasa visible. Mayor variedad de pollo y pescado
  • Aceite. Consumir el aceite en crudo como condimento. Alternar los tipos de aceite: aceite de maíz, de girasol, de oliva, etc.
  • Incluir frutas secas y semillas en nuestra alimentación. Nos aportan un tipo de grasas esenciales que necesitamos en nuestro organismo y no podemos fabricar.
  • Tomar a diario 8 vasos de agua segura.
  • Limitar el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con elevado contenido de azúcar y sal.
  • Reducir el consumo de sal

TIPS: ¿por dónde empiezo?

  • Planificación y organización. Clave para llevar una alimentación saludable. Tener en casa lo que voy a necesitar para esta alimentación que quiero llevar adelante día a día.
  • Realizar 4 comidas diarias: Desayuno – almuerzo – merienda – cena. No saltearse comidas.
  • Priorizar la comida casera: ir reemplazando las comidas rápidas, de mala calidad, por preparaciones caseras, con alimentos naturales. Nos podemos ayudar teniendo lavado y cortado verduras en tupper o en el freezer distintos alimentos para utilizarlos luego al momento de cocinar.
  • Alimentación consciente:
    • Prestar atención a cuándo, qué y cómo me alimento.
    • Cuando me alimento: ¿Dónde estoy? ¿Cómo me alimento? ¿Con qué me alimento?
    • Mi hambre, ¿es real o se relaciona con mis emociones? ¿Como cuando tengo hambre o cuando estoy triste / ansioso / contengo/ hace frio/ hace calor etc.?
    • Tomar conciencia, elegir, diseñar lo que necesito para estar mejor. Planificar dónde, cómo y qué voy a comer. Cómo quiero relacionarme con mi alimentación.

Cuidado del sistema inmunológico

Requiere de una alimentación saludable, compuesta por variedad de todos los grupos de alimentos
Es fundamental siempre consultar con un profesional especializado para poder planificar la alimentación adecuada a las necesidades y características de cada persona.

Derribando mitos

Comer sin gluten es más saludable
No. Puede ser alimentos sin gluten pero altos en grasas de mala calidad.
¡Hay alimentos sin gluten que son saludables y otros que no lo son!, por eso no siempre el SIN GLUTEN es saludable.

La sal del himalaya es mejor. Tiene menos sodio.
No. La sal es sal, no importa de dónde venga ni qué nombre atractivo tenga. Lo importante es reducir su uso y no consumir más cantidad que la recomendada. El 98% de la sal del Himalaya es cloruro de sodio, mientras que el 99% de la sal común es cloruro de sodio. Por lo tanto, la sal rosada tiene prácticamente la misma cantidad de sodio que la sal común.

Tengo que reemplazar el azúcar blanco por azúcar mascabo.
No. No es necesario. El azúcar mascabo es natural porque es la primera extracción de la caña de azúcar sin proceso de refinamiento y tiene mayor poder endulzante. Pero lo más importante es que NO hacemos mucha diferencia cambiando, ¡pero si reduciendo!

El limón en ayunas quema grasas
No. Consumir limón aporta a nuestro organismo vitamina C, pero no quema grasas.

La banana engorda
La banana en sí misma no “engorda”. Se la ha demonizado falsamente.
Lo que sí es importante es que no sea la única fruta que consumimos. Consumir fruta variada y fresca todos los días.

Las pastas engordan
No se trata de no comer pastas definitivamente. Se trata de planificar la cantidad que se consume, con qué frecuencia y cómo se compone el plato. ¡Acompañarlas con verduras es una buena opción!

Y finalmente… ¡a no olvidarse! Es fundamental mantener una vida activa.

Beneficios de realizar Actividad Física

  • Ayuda a mantener un peso corporal saludable
  • Reduce la presión arterial
  • Disminuye el riesgo de enfermedades del corazón
  • Mejora la salud y fortalece los huesos
  • Ayuda a promover la salud mental positiva
  • Reduce el riesgo de demencia

La OPS/OMS nos invita a seguir el siguiente lema: ¡Seamos activos! En todos los lugares, todos los días.

Etiquetado frontal

Les acercamos aquí información básica acerca de esta nueva reglamentación para los alimentos envasados: la ley de etiquetado frontal. Así que paulatinamente y en la medida en que todas las marcas vayan aplicando e incorporando esta información en sus envases, podremos contar con datos claros y a la vista para conocer las características de lo que estamos consumiendo y el impacto que puede tener eso en nuestra salud.

El etiquetado frontal es una herramienta simple, práctica y eficaz para informar sobre los productos que pueden dañar la salud. https://www.argentina.gob.ar/justicia/derechofacil/leysimple/salud/ley-de-etiquetado-frontal