Cada 23 de mayo, se realiza a nivel mundial una campaña acerca del melanoma: su prevención, detección y tratamiento.

El melanoma es el tipo de tumor más agresivo de los que pueden presentarse en el organismo humano. Esto hace fundamental la necesidad de actuar a tiempo, tanto en la prevención como en el diagnóstico precoz para evitar su desarrollo.

Es un cáncer de piel cuya prevalencia sigue aumentando a nivel mundial, desde las últimas décadas. El factor que más contribuye a su aparición, y el más prevenible, es la exposición solar. Produce un daño paulatino en la piel, modificando las células y pudiendo llegar a desencadenar en un cáncer de piel. El mayor daño se adquiere en la infancia, y hasta los 18 años de edad, según los estudios realizados. De allí que debamos seguir difundiendo la importancia del uso de protector solar, así como evitar la exposición al sol en los horarios de mayor daño, como lo es entre las 11 y las 16hs. Es importante aclarar que el daño también se produce si se expone la piel en forma aguda y sin protección, a lámparas o camas solares bronceadoras.

El melanoma se manifiesta con la aparición de una pequeña área pigmentada en la piel, o con la modificación del tamaño o color de un lunar. Es un cáncer curable en tanto sea diagnosticado tempranamente. En cambio, si se lo detecta en estadios avanzados, existe la probabilidad de que el pronóstico sea menos favorable.

Este tipo de cáncer se origina en los melanocitos, que son las células que producen la pigmentación de la piel, conocida como melanina. También se lo suele denominar melanoma maligno o melanoma cutáneo. En algunos casos poco frecuentes, puede formarse en zonas mucosas del cuerpo, como ser la boca, la vagina u otros órganos internos, hasta incluso en el ojo.

El melanoma es mucho menos frecuente que el cáncer de piel no-melanoma. Actualmente es la sexta causa más común de cáncer en hombres y la séptima en mujeres.

La visita anual a consulta con dermatología, así como el autoexamen, se vuelven así un factor fundamental para la detección temprana de esta patología. Debemos estar atentos a nuestro cuerpo y sus características, consultando y avisando a nuestro profesional a cargo, ante cualquier anomalía o cambio repentino.

Los profesionales recomiendan tener siempre presente la regla ABCDE, que nos focaliza en controlar los siguientes signos de alerta:

  • Asimetría de un lunar (el contorno de una mitad no es igual al otro).
  • Bordes irregulares o borrosos.
  • Coloración no uniforme (color desparejo, que puede incluir tonalidades negras, café o canela).
  • Diámetro (cambios en el tamaño del lunar, suelen agrandarse).
  • Evolución acelerada de crecimiento (cualquier cambio que se note en el lunar debe llamarnos la atención y consultar a un profesional).

También es importante consultar ante la aparición de sensación de prurito, así como la inflamación o sangrado.

Se debe prestar mayor atención a aquella lesión pigmentada que detectemos que luce diferente a otras que se puedan tener. Consultar a tiempo, salva vidas.

En cuanto a los tratamientos posibles y el uso de la radioterapia para esta patología, consultamos al Dr. Germán Montenero, integrante del equipo médico de Mevaterapia, quien nos comenta:

“Existen diferentes tipos de tratamiento para los pacientes con melanoma. Algunos tratamientos se están probando en ensayos clínicos y otros son estándar (es decir, son tratamientos que se usan en la actualidad habitualmente, como la cirugía, la quimioterapia, la inmunoterapia, las terapias dirigidas y la radioterapia).» Dr. Germán Montenero.

«Los primeros textos habían establecido la resistencia del melanoma a la radioterapia, pero en la actualidad se sabe que es una enfermedad que responde a las radiaciones y, principalmente, cuando se la utiliza en fracciones relativamente altas (HIPOFRACCIONAMIENTO).

Raramente se utiliza como abordaje primario y definitivo. En la mayoría de los casos, se la indica ante lesiones extensas que no pueden ser resecadas o ante cirugías oncológicamente no satisfactorias. Otras indicaciones frecuentes para la radioterapia son aquellas con presencia del compromiso ganglionar linfático con ruptura extra capsular.

Si el melanoma se ha diseminado, la radioterapia es una excelente herramienta terapéutica paliativa (alivio de síntomas y mejora de calidad de vida. Por ejemplo, mejora de síntomas en Sistema Nervioso Central, descompresión de médula espinal, control de sangrado ante lesiones ulceradas, descompresión mediastino/vascular). En estos últimos ejemplos, la radioterapia debe ser indicada y entregada de manera urgente, para así obtener el mayor beneficio clínico posible.”, así lo explica el Dr. Montenero.

En Mevaterapia trabajamos para brindar tratamientos de alta calidad, adaptados a cada paciente. Nos proponemos colaborar con la comunidad en general en la prevención y promoción de una vida más saludable. Y en brindar, en forma adecuada y oportuna, la mejor atención a quienes que confían en nosotros su tratamiento.