Para responder consultas frecuentes de nuestras pacientes, recurrimos a la Dra. Vanesa Krakobsky, Directora Médica de Mevaterapia San Justo, médica especialista en Radioterapia y Máster (Internacional) en Mastología, quien en esta nota brinda información valiosa acerca de los tipos de tratamientos y todo aquello que debemos conocer sobre el uso de la Radioterapia para esta patología.

Algunos datos sobre cáncer de mama

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en las mujeres argentinas: de 22.024 casos anuales, el cáncer de mama representó el 32,1% de todos los tumores malignos en este grupo, con una tasa ajustada por edad de 73,1 casos por cada 100.000 mujeres. (Gráfico 1) https://www.argentina.gob.ar/salud/instituto-nacional-del-cancer/estadisticas/incidencia

Actualmente, el riesgo promedio de una mujer de padecer cáncer de mama en algún momento de su vida es aproximadamente 13%. Esto significa que hay una probabilidad de 1 en 8 de padecerlo.

El 90% de los casos es esporádico y sólo un 10% tiene origen genético-hereditario.

Ha sido demostrado que la forma en que vivimos en la actualidad tiene un impacto sobre la incidencia de cáncer de mama: dieta, sobrepeso, sedentarismo, nuliparidad o paridad tardía, no lactancia. Todos estos son factores de riesgo que llamamos “prevenibles”. Dentro de los “no prevenibles”, se encuentran el sexo biológico, la edad (a mayor edad mayor riesgo), la menarca temprana (<12 años) y la menopausia tardía (>55 años), la herencia genética y la densidad mamaria entre otros.

En la actualidad podemos afirmar que el 90% de los tumores de mama son curables si se detectan a tiempo. Con lo cual la principal estrategia para hacerle frente es la detección precoz. En mujeres sin antecedentes ni síntomas, se indica una mamografía anual a partir de los 40 años. De acuerdo a las características personales, el mastólogo podrá considerar acompañarla de una ecografía.

La Sociedad Argentina de Mastología recomienda que todas las mujeres -más allá de su edad- estén atentas a cualquier cambio en sus mamas. En caso de detectar un bulto, una retracción, diferencias en la simetría, desviaciones del pezón, secreciones o alteraciones en la piel, deberán consultar con un especialista.

Las tasas de mortalidad por cáncer de mama en mujeres descendieron de 2013 a 2018 en un 1% por año. Se cree que estos descensos se deben gracias a pruebas de detección temprana, a un mejor acceso a la información y a mejores tratamientos.

Tratamientos para cáncer de mama

La cirugía es el principal tratamiento del cáncer de mama. La cirugía conservadora es la extirpación quirúrgica del tejido tumoral, junto con un pequeño borde de tejido mamario sano (margen). Después de este tipo de cirugía debe realizarse radioterapia (RT).

La cirugía conservadora + RT loco (regional) constituyen lo que hoy conocemos como tratamiento conservador de la mama. La mastectomía es la remoción completa de la mama y la RT postoperatoria estará indicada si existen factores de riesgo que la ameriten. En grupos de pacientes muy seleccionadas, también pueden beneficiarse de la IORT: RT intraoperatoria.

La RT tras la cirugía disminuye la probabilidad de que reaparezca el cáncer de mama, y en algunas pacientes inclusive aumenta su supervivencia. Dicha RT consiste en la administración de radiación a la mama o a la pared torácica, y a veces a los ganglios linfáticos.

La quimioterapia (QT) es un tratamiento sistémico que destruye las células tumorales, a excepción de esquemas conjugados con antraciclinas. La QT puede ser utilizada en forma concurrente con la RT en forma segura. Si bien puede radiosensibilizar la piel y esperarse algo más de cansancio, tiene el beneficio de acortar los tiempos de tratamiento. La inmunoterapia también puede administrarse en forma segura junto a RT.

Siempre sugerimos preguntar al oncólogo clínico – radiooncólogo cuál es la secuencia más adecuada para cada paciente.

Qué debo saber sobre la Radioterapia

Antes que nada, saber que la RT evolucionó mucho en cuanto a:

  • Los esquemas (fraccionamientos): Tratamientos más cortos a expensas de dosis más altas con mismos resultados que tratamientos estándar con MEJOR tolerancia cutánea.
  • Seguridad y precisión: Todos nuestros tratamientos son diseñados bajo una tomografía torácica sin contraste que nos permite optimizar nuestro target de tratamiento, minimizando el impacto en los órganos a riesgo (pulmón, corazón, mama contralateral “sana” y la piel).
  • Tecnología: Existen diversas técnicas de planificación que se ajustarán a las necesidades de cada paciente: 3D – Tridimensional, IMRT – Intensidad Modulada, VMAT – Volumétrica y VMAT + DIBH- Volumétrica + Inspiración Forzada.

Qué debo esperar de la Radioterapia

La radioterapia externa es un tratamiento no invasivo y local. La paciente no sentirá nada durante la aplicación. El haz de radiación se administra con un acelerador lineal y es un Rayo X especial e indoloro.

La sensación remeda a sacarse varias radiografías cotidianamente. Sí, se realizan diariamente: de lunes a viernes. Y el tratamiento durará entre 3 y 5 semanas. Si la paciente presenta enfermedades del colágeno, como el Lupus o la Esclerodermia, es importante que se lo comunique al radioncólogo, ya que podría beneficiarse de esquemas más “lentos”, de aproximadamente 6 a 7 semanas.

Antes de iniciar este proceso, se programan sesiones de planificación para marcar la zona que se va a tratar. A este procedimiento lo llamamos simulación. Se suelen tomar radiografías y una tomografía computada. Habitualmente consta de 3 pasos: tomografía, localización y verificación. ¡No hace falta recordar esta información! Nosotros nos encargarnos de gestionar y citar a la paciente para que acuda a cada paso.

Durante este procedimiento, se realizan unas marcas similares a un tatuaje en la piel, las cuales permitirán posicionar al paciente en forma precisa para el tratamiento diario.

Derribando mitos

Durante mucho tiempo existieron muchos mitos en torno a la RT, los cuales sólo han contribuido a generar miedos.

  • Es importante saber que la RT es un tratamiento LOCAL, por ende, no afecta a otras áreas del cuerpo: no se cae el cabello, no ocasiona intolerancia digestiva: náuseas, vómitos o diarrea, no baja las defensas, no ocasiona anemia.
  • Si no existen contraindicaciones del mastólogo (cirugía reciente), es posible realizar actividad física en forma habitual. De hecho, la recomendamos, ya que redunda en beneficio! Siempre escuchando al propio cuerpo y respetando las pausas necesarias.
  • Se puede trabajar y realizar las rutinas habituales.
  • Al salir de la sesión de rayos, no se experimenta ninguna sensación de malestar.
  • La aplicación dura escasos minutos y la visita al centro no llevará más de una hora, con lo cual se puede retomar la vida habitual.
  • Si no existen contraindicaciones del oncólogo clínico (Quimioterapia concurrente), NO es necesario realizar ninguna dieta especial.
  • No está contraindicado el uso de antitranspirantes, ya que no aumentan la dosis piel (efecto bolus) y fue demostrado en estudios. Existen fórmulas para piel sensible sin perfume y alcohol. En caso de sufrir irritación por la RT, indicaremos discontinuarlo.
  • Se permite depilar las axilas con una pinza o máquina eléctrica.
  • Se puede estar al aire libre, respetando los cuidados habituales y reforzados en cuanto a la exposición solar y el uso de SPF.
  • El uso de RT no contraindica la reconstrucción mamaria, ni hay inconveniente en irradiar mamas reconstruidas.
  • La paciente NO IRRADIA! Puede estar en contacto en forma segura con terceros.
  • Se puede recibir la medicación habitual y recomendamos fuertemente la vacunación (COVID, antigripal o cualquiera que tengas indicada por tu edad y comorbilidades), en el brazo contralateral a la cirugía, ya que la vacunación puede ocasionar transitoriamente el agrandamiento de ganglios axilares, algo que podría generar confusión.

Qué esperar durante el tratamiento

  • IRRITACIÓN DE LA PIEL: similar a la exposición solar. A veces, se produce una descamación seca o húmeda hacia el final del tratamiento.
  • PRURITO MAMARIO
  • HINCHAZÓN DE LA MAMA: leve o moderada.
  • LEVE DOLOR EN LA MAMA: o pared torácica.
  • LEVE ASTENIA: más frecuente en pacientes que realizan o realizaron quimioterapia. Suele disminuir 1 a 3 meses post tratamiento.

Muchos de estos efectos secundarios pueden controlarse con medicación. El uso de cremas con la concentración adecuada de vitamina A no previene el riesgo de efectos adversos, pero tiene múltiples beneficios. La vitamina A o retinol penetra en la piel, se convierte en su forma activa, llamada ácido retinoico. Ayuda a la regeneración celular y a la producción de colágeno y elastina cutánea, generando engrosamiento epidérmico.

Sugerimos consultar con el radioncólogo acerca de cuál es la mejor crema para cada paciente y cómo utilizarla.

Qué esperar post tratamiento

  • LEVE DISMINUCIÓN EN EL VOLUMEN MAMARIO.
  • CAMBIO DEL COLOR O GROSOR DE LA PIEL: a veces con pequeñas telangiectasias (arañitas vasculares visibles).
  • CICATRICES: de una pequeñita porción del pulmón debajo de la mama visibles por ejemplo por tomografía pero no acompañadas de sintomatología. Es un vestigio del paso de la RT.
  • HINCHAZÓN DE LA MANO/BRAZO; más conocido como linfedema que depende de la extensión de la cirugía y la radiación.

Qué recomendamos

7 cuidados durante el tratamiento:

  • No fumar
  • Descansar y escuchar el cuerpo
  • No tener miedo de pedir ayuda
  • Llevar una dieta equilibrada y beber mucho líquido
  • Seguir los consejos médicos. Consultar ante cualquier duda. NO HAY PREGUNTAS TONTAS. La información empodera!
  • Cuidar muy bien tu piel: higienizarla con jabones neutros-suaves, cuidando que quede bien seca. Utilizar SÓLO la crema que recomiende el radioncólogo y cuidarse de la exposición solar.
  • Realizar los controles de seguimiento que indique el médico radioncólogo y consultar ante efectos adversos en la zona de tratamiento.

El manejo del estrés de un diagnóstico de cáncer mamario puede ser muy difícil. La ayuda del entorno y de tus profesionales puede ser muy beneficiosa.