Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos invita a reflexionar bajo el lema “Nuestro planeta, nuestra salud”. Imaginemos un mundo donde el aire, el agua y los alimentos saludables estén al alcance de todos. Donde las ciudades sean habitables y las personas sean protagonistas en el cuidado de su salud y la del planeta.

En un contexto de pandemia mundial, en el que se viene observando en los últimos años un avance de enfermedades relacionadas con la calidad de vida, con el medioambiente como variable fundamental, surge la necesidad de prestar atención al bienestar: es decir, cómo vivimos.

La OMS calcula que cada año se producen más de 13 millones de defunciones debido a causas ambientales evitables. Señala que la contaminación ambiental ha llegado a afectar nuestra cadena alimentaria. Los sistemas de fabricación de alimentos y bebidas poco saludables están dando lugar a una ola de obesidad, aumentando las probabilidades de desarrollar enfermedades como el cáncer y las afecciones cardíacas. Señala que más del 90% de las personas respiran un aire insalubre. Y que el calentamiento global produce una propagación más rápida de enfermedades a través de transmisores como los mosquitos, por ejemplo.

Son muchas y variadas las causas por las que prestar atención al medioambiente, como el contexto donde se produce el primer paso para una vida saludable.

¿Qué podemos hacer?

Compartimos aquí algunas recomendaciones para cuidar el planeta mientras que cuidamos también nuestra salud:

Alimentarnos priorizando vegetales y frutas frescas de estación.

Esto implica no ingerir alimentos procesados y ultra procesados, los que no hacen bien a nuestro organismo y su equilibrio, así como también promover una mirada ecológica sobre la producción de alimentos, acompañando los ciclos de la naturaleza, de la que formamos parte. También se puede generar abono para la tierra con los residuos orgánicos, como restos de fruta, verdura, café, cáscara de huevo, etc.

Consumir agua segura.

Es de suma importancia conocer el estado del agua que ingerimos. Se considera agua segura aquella que, dada su condición y tratamiento, no contiene gérmenes ni sustancias tóxicas que puedan afectar la salud de las personas.

Se pueden utilizar dos métodos caseros para potabilizarla:

  • Colocar 2 gotas de lavandina (lavandina común, concentrada 60gr/litro) por litro, dejándola luego reposar 30 minutos.
  • Hervirla durante 3 minutos y luego dejarla enfriar (tapada). No volver a hervir.

Es importante recordar que:

  • El agua con la que lavamos las manos y preparamos los alimentos, también debe ser segura.
  • Los recipientes donde almacenar y transportar agua, deben estar bien tapados.

No desperdiciar agua.

Vivimos en un mundo donde el agua dulce es cada vez más, un bien escaso. Cuidarla es responsabilidad de todos.

Usar más bicicleta, caminar más.

Siempre que sea posible, elegir trasladarnos sin utilizar medios que generen emisiones que dañan el medioambiente, como aquellos que utilizan combustible. Si andamos en bicicleta o caminamos, cuidamos nuestra salud mientras que también la del medioambiente. Es un momento que nos conecta con nuestro alrededor y nos permite también mantener activas las funciones de nuestro cuerpo, tan deterioradas por la vida sedentaria que la vida moderna impone.

Reciclar.

Tomar conciencia de la cantidad de objetos que diariamente tiramos a la basura, y que podrían ser reciclados, como por ejemplo materiales de vidrio, plástico y papel. Reciclar permite reducir el volumen de residuos sólidos. Es un proceso que consiste volver a utilizar materiales que fueron desechados y que aún son aptos para elaborar otros productos o refabricar los mismos.

Los residuos se clasifican en dos grandes grupos:

  • ORGÁNICOS: restos de verduras, frutas, poda, hojas secas, etc.
  • INORGANICOS: papel, cartón, vidrio, plásticos y metal, etc.

Si dedicamos unos minutos al día para prepararlos adecuadamente y separarlos, estaremos haciendo nuestro aporte en una importante cadena de reciclaje, y ayudando a evitar una mayor contaminación para el planeta.

Pequeñas acciones, generan grandes cambios!